La hidronefrosis (inflamación del riñón) ocurre como resultado de una enfermedad. No es una enfermedad en sí. Los problemas que pueden conducir a la hidronefrosis incluyen:

• La obstrucción de un uréter debido a las cicatrices causadas por infecciones, cirugías o tratamientos de radiación anteriores
• Bloqueo de u útero aumentado durante el embarazo
• Defectos de nacimiento (congénitos) del sistema urinario
• El regreso de la orina de la vejiga al riñón, llamado reflujo
• Cálculos renales
• Cánceres o tumores que ocurren en la pelvis o el abdomen
• Problemas con los nervios que inervan la vejiga

La obstrucción e inflamación del riñón puede ocurrir súbitamente o puede desarrollarse despacio. La hidronefrosis unilateral se presenta aproximadamente en 1 de cada 100 personas.

Los síntomas comunes incluyen:

• Dolor de costado
• Masa abdominal
• Náuseas y vómitos
• Infección urinaria
• Fiebre
• Micción dolorosa (disuria)
• Aumento de la frecuencia urinaria
• Aumento de la urgencia urinaria

Es posible que en algunos casos no se presenten síntomas.

La afección se detecta en un examen de imagen como:

• • Resonancia magnética abdominal

• • Tomografía computarizada de los riñones o el abdomen

• • Pielografía intravenosa (PIV)

• Gammagrafía renal
• Ecografía de los riñones o del abdomen.

  La prevención de los trastornos que causan la enfermedad evitará que ésta ocurra.

El tratamiento depende de la causa de la inflamación renal. El tratamiento puede abarcar:

• Colocar un stent (tubo) a través de la vejiga y el uréter para permitir el flujo de orina en el riñón y la vejiga
• Colocar un tubo en el riñón a través de la piel, para permitir que la orina bloqueada drene fuera del del cuerpo en una bolsa de drenaje
• Antibióticos para infecciones
• Cirugía para corregir el bloqueo o reflujo
• Remover cualquier piedra que esté causando el bloqueo

Las personas que tienen sólo un riñón, que padecen trastornos del sistema inmunitario como diabetes o VIH, o que hayan recibido un trasplante, deben ser tratadas de inmediato.

Las personas que tengan hidronefrosis prolongada pueden necesitar antibióticos para disminuir el riesgo de infecciones urinarias.